Aventuras gráficas: Monkey Island II

Me habré pasado estos tres meses sin escribir nada en el blog, pero no sin haber jugado títulos que muchos recordaran de su niñez. Monkey Island II es el nombre del juego que pude probar durante esta última semana, y lo único que puedo decir es que nunca me maraville tanto de jugar a algo que involucra el hacer clic’s en toda la pantalla.

Por cierto, me gustaría decir que es más que obvio que este artículo contiene algunos spoilers, por lo tanto: ¡cuidado!Primero que nada, y para los nuevos en este genero (incluida mi persona), una aventura gráfica es un subgénero de los juegos de aventura, que consiste en ir resolviendo acertijos (puzzles) a través de la historia. [Cualquier coincidencia entre este párrafo y Wikipedia es pura coincidencia] Quizás lo más interesante de todo esto es la jugabilidad, que consiste en un menú de acciones con las cuales interactuar en el escenario (por ejemplo: abrir, cerrar, empujar, agarrar, hablar, dar, etc.). Generalmente visualizaremos al escenario y los personajes en tercera persona, aunque hay aventura gráficas donde tendremos una vista en primera persona. En el juego también dispondremos de un inventario, donde iremos recolectando cantidades colosales de objetos para luego utilizarlos correctamente y así poder avanzar en la historia.

Así es como comenzamos: con dinero hasta en el calzoncillo.

Monkey Island II: LeChuck’s Revenge:

Distribuido por LucasFilms Games, y creado por la mente maestra de Ron Gilbert, no encontramos ante una obra maestra del género: Monkey Island II, uno de esos juegos que tienes que jugar antes de morir. El juego fue lanzado en 1991 en formato disquete, con gráficos VGA, para luego ser lanzado en CD-ROM.

-Por eso estoy aquí, en la isla Scabb, emprendo una aventura completamente nueva.

-¿Dejarte bigote?

-No, algo más grande.

-¿Barba?

Y es así como comenzamos el juego.

Guybrush Threepwood, un gran pirata que cree tener fama por haber derrotado al malvado pirata fantasma LeChuck, ya se ha hartado de su aburrida vida y entonces decido ir en busca de nuevas aventuras. La historia comienza en la isla Scabb, un lugar donde no existe la autoridad y de la cual intentaremos salir para ir en busca del legendario tesoro Big Whoop, pero para sorpresa nuestra, no podremos. ¿La razón? El matón del pueblo: Largo LaGrande, una pequeña sabandija que ha puesto un embargo casi millonario sobre la isla.

Con todos estos hechos acumulados, ya tendremos dos objetivos a cumplir: salir de la isla y encontrar el Big Whoop. Obviamente el camino no será para nada fácil, teniendo en cuenta que la manera de avanzar en el juego será la resolución de acertijos… unos jodidos acertijos mas difícil que lamerse el codo.

Hasta el fondo se ha dicho.

Habiendo logrado salir de la isla, nos enteraremos de una terrible noticia [spoiler]: ¡LeChuck está vivo! Y te está buscando. Ahora no solo tendremos que encontrar el famoso tesoro, sino que también nos veremos amenazados por la peligrosa presencia del ahora malvado pirata zombie, una mescla entre el Capitán Barbosa de Piratas del Caribe (atracción turística de la cual están basada las dos sagas) y la caca que mi perro se hecho el otro día. Toda una historia, llena de giros inesperados y guiños a otros títulos.

¡Ballena a la vista, mi capitán!

Quizás uno se pregunte, principalmente cuando no conoce algo muy bien, qué es lo que hace a ese algo tan especial, y en el caso de Monkey Island es su singular humor. Una mescla entre chistes absurdos y autoparódias que sacan sonrisas y carcajadas en todo momento. Yendo desde extrañas recetas vudú y trabalenguas tan complicados que deberían ser premiados, hasta maquinas de gaseosas en la época colonial.

«Es la segunda X más grande que he visto en mi vida«.

Pero el humor no es el único punto fuerte del juego, su elevada dificultad hará perder la cabeza a cualquiera que no tenga un alto grado de sentido común (¡¿Cómo demonios iba a saber yo que tenía que utilizar el jodido balde de la lavandería para llenarlo con el barro del pantano y colocarlo en la habitación de Largo antes de que él llegase?!), por ello: siempre ten junto a ti lápiz y papel, uno nunca sabe cuando habrá que anotar datos importantes.

Cientos de opciones, diálogos y objetos por recoger. Monkey Island incita al jugador a averiguar lo que está pasando de la única forma posible: hablar. Sin insultar esta aventura comparándola con un RPG actual, este juego no sería lo que es sin sus intrincados diálogos, sus frases llenas de humor y esos giros inesperados que dejan con la boca abierta a cualquiera, sin duda alguna: un gran trabajo por parte de LucasFilms Games y Ron Gilbert, además del resto del equipo que trabajo para hacer este juego posible.

En resumen, uno no solo se encontrará con piratas, islas del tesoro y zombies, sino que también con una maravillosa historia y un humor del que seguro muchos van a disfrutar.